Por ello, en el centro histórico de la ciudad hay monumentos barrocos construidos con bloques precolombinos reciclados, mientras que las ruinas excavadas del Templo Mayor se encuentran junto a la catedral y el Palacio Nacional. Así, se crea la Ciudad de México como una fusión de la cultura europea y la azteca, sin embargo, no se queda ahí, sino que es una ciudad en constante cambio, con diversas expresiones artísticas y culturales. Por ello, en esta nota les dejamos algunas de las mejores cosas qué hacer en la Ciudad de México.
El lugar en el que puedes alimentar tu curiosidad por las culturas precolombinas de México, es el Museo Nacional de Antropología, rico en artefactos y exhibiciones antropológicas que abarcan milenios. Más que un viaje al pasado de México, el museo se adentra en el núcleo de la identidad mexicana moderna y rinde homenaje a sus pueblos indígenas.
Hay mucha información y objetos en profundidad (relieves, estatuas, murales y mucho más) para cada cultura prehispánica en territorio mexicano, incluidos los olmecas, mayas y aztecas.No te vayas sin ver la mundialmente famosa Piedra Azteca del Sol, un calendario tallado de forma intrincada, que pesa 20 toneladas y tiene una imagen del dios del sol, Tonatiuh, en el centro. El museo también es el lugar ideal para investigar Tenochtitlan.
En la cima de la rocosa colina del bosque de Chapultepec, se encuentra el castillo palaciego de Chapultepec, que se inició en 1783. Éste es el único castillo en América que existe desde los días de la Nueva España.
Dicho castillo es una especie de Versalles mexicanos, con grandes jardines y suntuosas vistas de la ciudad desde terrazas. Chapultepec fue residencia de verano para el Virrey y después de la revolución, se convirtió en la sede del Emperador Maximiliano I. Durante los últimos 240 años, el complejo ha sido un observatorio y academia militar, y hoy alberga el Museo Nacional de Historia, lleno de armas, murales, mapas y artefactos. Aquí puedes hacer un recorrido autoguiado por los interiores del palacio, adornados con vitrales, papel pintado de damasco, retratos, instrumentos musicales y muebles de la época real e imperial. Te recomendamos el Tour por el Castillo y el Museo de Antropología.
El Palacio de Bellas Artes es un lugar cultural digno de una capital. Éste es un monumento histórico de estilo Art Nouveau, ubicado al lado este del parque Central de la Alameda. Si bien el edificio se inició en 1904, la construcción se retrasó en 1913 y no se reanudó sino hasta principios de los años 30.
Es por ello que el interior tiene un diseño Art Deco posterior, que además utiliza motivos prehispánicos como las máscaras de Maya Chaac en los accesorios de iluminación, y las cabezas de serpientes en los arcos de las ventanas. Para apreciar realmente todo el esplendor del auditorio, el cual tiene una increíble cortina de vidrio diseñada por Tiffany's, es recomendable asistir a una presentación, preferiblemente del Ballet Folklórico de México. Además, en el primer piso se encuentran los famosos murales de Diego Rivera.
El Paseo de la Reforma es una gran avenida que atraviesa diagonalmente el centro de la ciudad, data de la década de 1860 y se inspiró en los grandes bulevares de moda en Europa en ese momento. La ruta está flanqueada por embajadas, rascacielos y puestos ocasionales que venden deliciosos tacos y tortas.
Para los turistas, no hay mejor introducción a la ciudad que ésta, ya que el Paseo de la Reforma te llevará a través del Bosque de Chapultepec y pasará frente al Museo Nacional de Antropología. Otras visitas obligadas en esta zona incluyen dos monumentos importantes para la identidad nacional mexicana: el primero es el Monumento a la Revolución, el arco triunfal más alto del mundo, erigido en la intersección con la Avenida de los Insurgentes. El segundo es el espectacular Ángel de la Independencia, levantado sobre una columna de 45 metros, que se creó en 1910, en el aniversario 100 del inicio de la Guerra de Independencia de México.
La delegación de Coyoacán fue un asentamiento separado de la Ciudad de México hasta 1857, y aún se siente como su propia pequeña ciudad. En el siglo XX se convirtió en el hogar de Frida Kahlo y Diego Rivera, así como de León Trotsky. La contracultura floreció aquí, y Coyoacán todavía está asociada con la gente bohemia y artística.
El centro histórico de Coyoacán es un mosaico de plazas y parques conectados por calles de adoquines; es un lugar para examinar los mercados de artes y oficios, así como degustar algo de comida callejera. En la Plaza del Centenario se encuentra una escultura de bronce de dos coyotes, refiriéndose al nombre de Coyoacán, que significa "lugar de los coyotes" en náhuatl.
Al sur de la Ciudad de México se encuentra Xochimilco, un sitio famoso por su sistema de canales de Patrimonio Mundial. Estas vías fluviales tienen raíces históricas y se han utilizado para transportar mercancías durante cientos de años, desde la fundación de Xochimilco como una ciudad precolombina.
Ahora, un paseo en una de las trajineras de fondo plano es una experiencia turística esencial. Estas embarcaciones están pintadas de manera colorida y lo pueden llevar a las chinampas (jardines flotantes), muchas de las cuales se cultivan para obtener verduras y flores. Puedes tomar un recorrido en trajinera de 2 horas, paseando por los canales, probando comida y bebida, llevando bandas de mariachi a bordo o poniendo tu propia música en las bocinas de la embarcación. También puedes aprovechar y conocer Xochimilco, Coyoacán y el Museo de Frida Kahlo en un mismo recorrido.
Recuerda que éstas son tan solo unas de las muchas cosas que puedes hacer en la Ciudad de México, pues éste es un sitio tan grande y cosmopolita, que siempre encontrarás algo nuevo por hacer. Además, no te olvides de probar su variada gastronomía, así como de conocer su vibrante vida nocturna.
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