El Monumento de la Diana Cazadora, cuyo verdadero nombre es "La Flechadora de las Estrellas del Norte”, está ubicado sobre Paseo de la Reforma y es una de las esculturas más destacadas y reconocidas en la Ciudad de México.
Bajo cargo del arquitecto Vicente Mendiola Quezada y del Escultor Juan Fernando Olaguíbel, se inició en 1938 la construcción de esta obra. Pero, no fue sino hasta el 10 de octubre de 1942 que se dio inauguración al Monumento de la Diana Cazadora, por el presidente de aquella época, Manuel Ávila Camacho, quien había iniciado un programa de embellecimiento a la ciudad que convocaba a la creación de fuentes y glorietas en lugares representativos.
La escultura representa a Diana, la diosa de la caza, pero se varió su interpretación, haciendo que su arco apuntara a las estrellas del norte, en lugar de que cazara bestias como en la mitología, de ahí, el nombre que se le otorgó al monumento. En abril de 1942 se hizo la fundición del bronce que le daría forma a esta solemne escultura, que lucía la suntuosa figura desnuda de la diosa con su arco.
Sin embargo, los sectores ultra conservadores de la sociedad mexicana, tras un sinfín de protestas lograron que el artista se viera obligado a cubrir a la Diana con un “taparrabos” de bronce. Este accedió pero solo lo sujeto con tres puntos de soldadura esperando poder quitarlo más adelante.
En el año de 1968, a puertas de la celebración de los Juegos Olímpicos en el país, el pueblo mexicano, ya con una mentalidad más abierta, estaba listo para ver la escultura como era originalmente, por lo que se decidió retirar el taparrabos, sin embargo, el proceso le ocasionó al Monumento de la Diana Cazadora varios daños por los que se tomó la decisión de fundir una pieza para reemplazar la original. Para evitar la destrucción de la primera escultura fue vendida por el artista al regente quien la donó a su pueblo natal, Ixmiquilpan, donde permanece desde 1970.
El Monumento de la Diana Cazadora tuvo varias ubicaciones a lo largo de su historia y por más de 18 años estuvo prácticamente escondida a un costado de donde hoy está erigida la Torre Mayor, pero gracias a la acción de un grupo de artistas e intelectuales, quienes exigieron su reubicación, lograron que desde el 5 de agosto de 1992 fuera instalada en la glorieta de la Avenida Reforma, en la intersección con la calle Sevilla, a pocas calles de donde se levanta solemne, el icónico Ángel de la Independencia.
En un recorrido por la Ciudad de México podemos encontrar una gran colección de esculturas y monumentos que ornamentan las calles, sin embargo, son contadas las obras que enaltecen a la mujer, es por eso que estructuras escultóricas como el Monumento a la Madre y el Monumento a la Diana cazadora gozan de un cariño especial entre los residentes capitalinos, quienes ven en estos espacios un sentido homenaje a la figura femenina. ¡Planea un súper tour en la urbe que te lleve a conocer los monumentos CDMX!