La historia de la CDMX es sin duda rica y antigua, pues ésta ciudad ha existido desde hace más de dos mil años, albergando importantes asentamientos humanos. Sin embargo, como tal, la Ciudad de México data tan solo de hace 109 años. Es el centro de todas las operaciones políticas, económicas, sociales y culturales del país, por lo cual te invitamos a que conozcas un poco de sus orígenes.
Como seguramente habrás escuchado, la ciudad fue fundada por los mexicas bajo el nombre de Tenochtitlán, asentándose en las inmediaciones de antiguas poblaciones en la zona alrededor del siglo XIV. Sin embargo, y aunque no fueron los descubridores del área (pues se considera que hubo otros pueblos antes que ellos) se establecieron para fundar su imperio.La mitología dice que se decidió el sitio debido a que en 1325, los aztecas que buscaban un lugar dónde asentarse encontraron un águila, la reencarnación del Dios Huitzilopochtli sobre un nopal devorando a una serpiente, lo cual también dio origen, muchos años después, al Escudo Nacional.
Los mexicas controlaron la zona en su triple alianza con Texcoco y Tlacopan, en lo que se conoció como el Imperio Azteca, el cual ocupó un territorio amplísimo, de cerca de 300 000 kilómetros cuadrados y que floreció en muy poco tiempo, convirtiéndose, sin duda en el más importante de la zona.
Sin embargo, en 1520, el Imperio fue vencido en una guerra por los colonos españoles que invadieron y arrasaron la capital, con lo cual Tenochtitlán pasó a llamarse “Nueva España” y fue refundada por Hernán Cortés. Más tarde, la ciudad se convertiría en la capital del Virreinato de la Nueva España que duraría hasta 1821.
Después de la Guerra de Independencia quedó establecido en los Tratados de Córdoba de 1821 que para consumar la Independencia el Emperador debía fijar su corte en México, que será la capital del Imperio. De esta forma, la Ciudad de México se convirtió en la capital del país. Sin embargo, la inconformidad de los sectores militares y políticos hizo caer pronto al Imperio.
Durante muchos años, la Ciudad de México se encontró en el ojo del huracán debido a la inestabilidad política y el paso de los regímenes de gobierno, pues no todos estaban conformes con establecer en ella la capital. No fue sino hasta que la Constitución de 1824 otorgó facultades al Congreso para elegir un lugar que sirviera de residencia a los poderes de la federación que se estableció formalmente el Distrito Federal.
Con la aprobación del federalismo en los primeros años de vida republicana, se reforzó el triple papel de la ciudad como capital de la República y sede de los poderes generales. En ese entonces, la Municipalidad de México, junto con los municipios de Guadalupe Hidalgo, Tacubaya, Azcapotzalco, Tacuba, Iztacalco, Mixcoac, Iztapalapa, Popotla, La Ladrillera, Nativitas y Mexicaltzingo integraban el Distrito Federal.
Tras lo anterior, y después de varias reformas generales en cuanto a territorio, gobierno y demarcación, el Distrito Federal se terminó de consolidar como la capital del país, además de irse desarrollando como una ciudad hecha y derecha.
El Distrito Federal continuó desarrollándose hasta llegar hasta nuestra época actual. En 2016, el Distrito Federal dejó de existir para dar origen a la Ciudad de México, una entidad más dentro de todo el país, con una inédita autonomía de gestión, una Constitución local propia, un Congreso, un gobernador y 16 alcaldes. La historia de la CDMX comenzó a escribirse, manteniéndose como la capital del país y sede de los Poderes de la Unión. Hoy en día, la cultura en la CDMX, su historia y sus atractivos son algunos de los motivos que la convierten en una de las ciudades más importantes de América Latina.
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