Ubicado en la Alameda Central, en la Ciudad de México, el Hemiciclo a Juárez fue construido en 1910 por orden del entonces presidente, Porfirio Díaz, quien en conmemoración del centenario de la independencia, mandó construir varios monumentos entre los que se encuentra este cenotafio (tumba simbólica) en honor a Benito Juárez, el Benemérito de las Américas.
La obra, que no tardo más de mes y medio en completarse, estuvo a cargo del arquitecto mexicano Guillermo Heredia. El monumento está hecho con mármol de carrara y ostenta un estilo neoclásico griego, consta de un conjunto escultórico, obra del artista italiano Lazzaroni, que está rodeado por doce columnas de estilo dórico ubicadas de forma semicircular. Entre las esculturas podemos ver a Benito Juárez, rodeado de dos figuras femeninas, cada una representa a la patria y a la ley, respectivamente. En la parte baja del monumento, hay dos leones; cada uno pesa 9 toneladas, mientras que el peso total del Hemiciclo a Juárez es de 70 toneladas y tiene una altura de 7 metros.
Para poder instalar el Hemiciclo a Juárez en esta ubicación, tuvo que ser removido de su lugar el icónico Kiosko Morisco, el cual fue trasladado a Santa María La Ribera, en donde aún permanece. Una vez instalado y terminado el monumento, se celebró la ceremonia de inauguración, que tuvo lugar el 18 de septiembre de 1910, y en el que estuvieron presentes varias personalidades, entre los que destacan los embajadores de Estados Unidos, Argentina, España y Guatemala, además, fue invitado el poeta Luis G. Urbina, quien declamó un poema acorde a la ocasión.
Cuando recorremos la capital del país nos encontramos con un gran número de monumentos que ornamentan sus calles, sin embargo, su importancia radica en lo que representan, dan fe de la historia de un país aguerrido y valiente, su valor por tanto es incalculable. Muchos de los monumentos que han sido testigos de la evolución y el crecimiento de la Ciudad de México, son para nosotros un símbolo de la identidad mexicana, así pues, caminar por los alrededores del Monumento a la Revolución, visitar el Hemiciclo a Juárez o subir al mirador del Ángel de la Independencia, nos conectan con el pasado y las luchas de otros mexicanos que fueron reescribiendo la historia de la nación.
El Hemiciclo a Juárez, como sitio clave, se ha convertido en un referente en la ciudad donde se han llevado a cabo diferentes eventos, por su ubicación estratégica y significado, tiende a ser el punto de encuentro de marchas y protestas, así como el de encuentros políticos y sociales. Durante décadas se ha venido realizando de manera protocolaria la conmemoración al natalicio de Benito Juárez por el presidente mexicano en turno. El Hemiciclo a Juárez es un espacio abierto que le da la bienvenida a todos los habitantes y visitantes de la Ciudad de México, por tanto, se ha ganado un lugar entre los monumentos más simbólicos e importantes que se erigen en la capital del país.
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