Inaugurado en 1910, el Ángel de la Independencia es uno de los símbolos más emblemáticos, no solo de Ciudad de México, sino de todo el país. Su obra se inició en 1902, fecha en la que se colocó la primera piedra, por el entonces presidente, Porfirio Díaz.
El nombre oficial es Monumento a la Independencia, pues se buscaba conmemorar el centenario de la Independencia de México, dentro de la estructura fue colocado un cofre dorado que incluía una serie de monedas de la época y, por supuesto, el Acta de Independencia. Este maravilloso monumento es conocido coloquialmente como “El Ángel” y ha visto crecer y evolucionar a la ciudad a través del paso de los años.
El Ángel de la Independencia está ubicado en una glorieta sobre Paseo de la Reforma, es una estructura compleja que incluye una estatua, una columna grabada con el nombre de los héroes, bajo relieves y todos estos elementos en conjunto dan vida a este maravilloso monumento. La altura del Ángel, incluyendo las gradas, es de 94.66 metros.
La estatua, que representa a la victoria alada, está hecha de bronce y es hueca en su interior, la figura está a punto de emprender vuelo y sostiene con su mano derecha una corona de laurel para colocarla sobre la cabeza de los héroes y en su mano izquierda sostiene una cadena rota como alegoría a los tres siglos de virreinato y dependencia a la corona española que llegaron a su fin.
En el pedestal que tiene el Ángel de la Independencia encontramos un grupo de esculturas que fue llamada “Apoteosis del Padre de la Patria”, en cada cara encontramos personalidades claves en el movimiento independentista como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Francisco Xavier Mina, Nicolás Braco y Vicente Guerrero. En la fachada oriente se encuentra un escudo con las fechas de proclamación y consumación de la independencia y bajo él, una placa de mármol que reza: “La nación a los héroes de la independencia”.
Junto con el Ángel, Porfirio Díaz ordenó construir otros monumentos como conmemoración al centenario de la independencia. Este monumento es mucho más que un ornamento de la ciudad, si bien, es una estructura arquitectónica y escultórica de gran belleza, este monumento es un recordatorio de las luchas y la valía de todos aquellos que dieron su vida y sangre en la lucha por la independencia de la nación.
Debido al gran valor y significado que tiene este monumento, para poder visitarlo y disfrutar de su mirador, debemos presentar una solicitud de acceso por escrito en la Subdirección de Patrimonio Cultural de la Delegación Cuauhtémoc. El proceso es rápido, toma aproximadamente 15 minutos y nos permite interactuar de manera directa con un elemento clave que es reflejo claro de la historia de México.
El Hemiciclo a Juárez es un monumento apoteósico de 70 toneladas y siete metros de altura, que fue inaugurado de igual manera en 1910 y, que constituye otro elemento conmemorativo del país, junto con otros monumentos CDMX.