Sol, samba, chicas y chicos en diminutas tangas paseándose por las playas de Ipanema, y Copacabana, sí, eso es Río de Janeiro, pero la Cidade Maravilhosa tiene mucho más, por ello si en realidad tienes poco tiempo para disfrutar la urbe donde se celebra el carnaval más famoso del mundo, aquí te decimos que tienes que visitar sí o sí cuando estés allá.
En verdad te lo decimos, nadie te creerá que estuviste en Río si no visitas el Cristo Redentor, es un emblema no sólo de la ciudad, sino de Brasil mismo, con sus 30 metros de altura y a 709 metros sobre el nivel del mar desde su mirador tendrás una espectacular vista de la segunda urbe más poblada de este país.
Hay varias maneras de llegar a la estatua de los brazos abiertos, una de ellas es en el Trem do Corcovado, y que en este recorrido, también te llevará por otros de los atractivos que aquí te reseñamos, como…
Por muchos años el Maracaná fue el estadio de futbol con mayor capacidad en el mundo, sede de juegos históricos, como aquel que pasó a la historia como el ‘Maracanazo’ del Mundial de 1950 en Brasil, cuando la escuadra carioca cayó en su casa a manos de la selección de Uruguay en la final.
Ahí, podrás apreciar la mítica cancha que ha visto a los más grandes futbolistas brasileños, en los vestidores las casacas que han vestido los seleccionados, así como otros lugares especiales, como las salas de conferencias y una especie de museo donde se exhibe la huella del considerado por muchos como el mejor futbolista de todos los tiempos, Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’.
Si de pronto llegas a la Avenida Chile, en el número 245 y crees que te engañaron porque no ves la clásica iglesia enorme con sus torres –como piensas es toda catedral–, no, no te timaron, esa enorme mole que tienes frente a ti, de 75 metros de altura y un diámetro externo de 106 metros, es la Catedral de S ão Sebastião do Rio de Janeiro, también conocida como Catedral Metropolitana y su arriesgado diseño, con unos enormes vitrales que producen un efecto luminoso el cual atrapa a todo quien lo admira, se debe a que se trata de una construcción relativamente nueva (la obra del arquitecto Edgar de Oliveira da Fonseca se inauguró en 1976). En lo más alto, una cruz griega transparente es el inicio de los imponentes vitrales de colores que le dan al recinto una aura especial distinguible a cualquier hora del día.
Otro de los lugares que debes conocer sí o sí de Río y no puede ser de otra manera, ya que este impresionante peñón de 338 metros de altura domina la ciudad cuna de la bossa nova, es el Pan de Azúcar, tan emblemático como el Cristo Redentor y el carnaval. Para remontarlo, lo mejor es el teleférico denominado Bondinho, que también pasa por los morros Babilonia y Urca, es un recorrido que te permitirá tomar increíbles fotos de la capital fluminense; ahora que si quieres tener una experiencia más interesante todavía, qué te parece admirar el atardecer desde las alturas de este monolito, es la opción adecuada para hacer este paseo todavía más inolvidable.
El barrio de Santa Teresa es una de las zonas con mayor ‘movida’ cultural en Río de Janeiro, ahí tendrás oportunidad de recorrer sus verticales calles que remontan la colina y disfrutar del ambiente bohemio que se vive en el Parque das Ruinas; lo mejor es caminar por una auténtica obra de arte callejero, las famosas Escaleras de Selarón (llamadas así en honor a su creador, el artista chileno Jorge Selarón, quien las decoró con azulejos provenientes de muchas partes del mundo) para llegar al barrio de Lapa donde, por cierto, puedes admirar los famosos Arcos. Programa tu visita con este tour, en el que también viajarás en el último tranvía de la ciudad.
Ya lo apuntábamos al principio, hablar de Río de Janeiro es referirnos a sus playas, ¿las más emblemáticas?, sin duda Ipanema y Copacabana, la primera incluso inspiradora de canciones famosas a escala mundial, así que un obligado, que seguramente no te disgustará para nada, dada la fama de los cariocas de ser desinhibidos, es disfrutar del sol y el oleaje de estas playas, y tendrás todo el espacio que quieras para gozar de estas arenas, imagínate, Copacabana tiene poco más de ¡seis kilómetros de extensión! ¡El futbol y el voleibol de playa te esperan!
El centro de la Ciudad Maravillosa te depara varias sorpresas, dos de ellas muy agradables son también harto contrastantes, lo que las hace más atractivas; una, con varios siglos de historia es el Monasterio de San Benito, de austero estilo en su arquitectura, pero que al entrar en él quedas maravillado por la riqueza y abundante decoración. El otro lado de la moneda lo representa el futurista Museo del Mañana, obra del arquitecto español Santiago Calatrava que apenas tiene pocos años de que fue inaugurada.
Pero el corazón de Río tiene otros muchos atractivos, conócelos con este tour, con el cual, además de conocer esta zona y recibir info en tu propio idioma, te ahorrarás las aburridas filas para entrar.
La Floresta de Tijuca, con sus 28 kilómetros cuadrados de extensión, constituye la mayor selva urbana del mundo, aquí conviven muy diversas especies animales y muchas más vegetales. Aquí encontrarás cascadas y fuentes naturales, así como las famosas formaciones rocosas de Corcovado o la Pedra de Gávea, desde donde se dice que los conquistadores portugueses vigilaban las posibles incursiones marítimas enemigas. Una buena hora para visitarla es por las mañanas, así evitarás el calor sofocante y a los malosos que abundan en las grandes ciudades.
Un lugar que no es tan promocionado como otros atractivos cariocas, el cual, sin embargo, resulta espectacular es, a no dudarlo, Ilha Fiscal, una isla en la bahía de Guanabara que alberga un palacio donde, por cierto, se realizó el último baile imperial, pues días después Brasil se convirtió en república.
Sí, tienes que guardar energías para que por la noche disfrutes de la algarabía del carnaval de Río de Janeiro ¡aunque no sea febrero! Los brasileños son alegres por naturaleza así que una velada en la que la samba te hará mover tus pies –aunque tengas dos izquierdos–, es obligatoria, y en este paseo podrás ver uno de los mejores espectáculos de la noche de Río, aderezado con otros ritmos y disciplinas, como la capoeira. Imperdible.
Ahora que si en verdad tienes poco tiempo para conocer Río de Janeiro, esta es la opción recomendada, no te arrepentirás. Nos platicas tu experiencia.